A lo largo de las diferentes etapas de nuestra vida, la búsqueda de un aspecto hermoso y saludable es un objetivo ampliamente perseguido por la mayoría. Tanto es así, que ya desde el siglo XVI encontramos la publicación de fórmulas magistrales cosméticas para lograr el rejuvenecimiento facial, camuflando o corrigiendo defectos faciales y corporales.

A finales del siglo XX se observó un avance de la cirugía estética, iniciándose posteriormente una apuesta firme por el fomento de técnicas no invasivas, lo cual es la base de la Medicina Estética, siendo el mitigar los signos del envejecimiento facial y corporal una competencia de este campo.

Existe la creencia de que la mayoría de los tratamientos médico estéticos dedicamos a mejorar nuestro aspecto facial y corporal dependen de la implantación de sustancias exógenas, los famosos rellenos o fillers, y que los últimos pueden llegar a transformar radical e irreversiblemente nuestras características faciales. A este respecto, nada más alejado de la realidad, ya que son numerosos los procedimientos de rejuvenecimiento cutáneo que pueden mejorar la salud de nuestra piel, sin implicar cambios de nuestra anatomía o belleza individual, con o sin la utilización de rellenos.

En este artículo te enseñaremos cuáles son los factores que están vinculados con el envejecimiento cutáneo, además de mostrarte los mejores procedimientos estéticos para lograr este rejuvenecimiento facial y corporal.

En una sociedad tan competitiva como la actual, tener una presencia agradable es fundamental, y con ello las estrategias para prevenir y tratar el envejecimiento cobran especial relevancia. El atractivo físico es, por tanto, un factor importante de aceptación personal, social y de autoestima. Hoy en día el concepto vida sana solo se entiende bajo el binomio salud y estética.

El proceso de envejecimiento cutáneo se produce por una alteración del potencial regenerativo de la piel. La piel se vuelve frágil como consecuencia de la desorganización y disminución en la producción de colágeno, por la pérdida de hidratación de la matriz extracelular y por los déficits nutricionales en la dieta.

La piel está constituida por 3 capas fundamentales, la epidermis, dermis e hipodermis. Esta segunda capa contiene tejido conectivo denso con un porcentaje de fascículos de colágeno y fibras elásticas gruesas, lo que proporciona fuerza, extensibilidad y elasticidad a la piel, en definitiva sus características juveniles.

La flacidez facial y corporal es una característica morfológica bien conocida del envejecimiento, producida por la reducción en la elasticidad de la dermis. El envejecimiento cutáneo es un fenómeno biológico inevitable consecuencia de factores tanto intrínsecos como extrínsecos.

Dentro de los factores intrínsecos responsables del envejecimiento encontramos, cambios hormonales como la disminución de la hormona del crecimiento y de la función hormonal estrogénica, las características genéticas e inmunogénicas particulares, los cambios epigenéticos ligados a la metilación del ADN, mediados o no por la exposición a factores tóxicos externos, el estrés oxidativo, cambios en la longitud de los telómeros y en función de la telomerasa, entre otros.

El consumo de tabaco, los hábitos nutricionales inapropiados, la ausencia de actividad física, la polución ambiental, la exposición a radiaciones ionizantes y a luz ultravioleta, son todos factores que se relacionan con el envejecimiento corporal mediante eventos como la metilación del ADN y el aumento del estrés oxidativo, esto último debido a la formación de radicales libres.

A medida que la piel envejece como consecuencia del desequilibrio en la producción y eliminación de radicales libres, el número de queratinocitos y fibroblastos disminuye, produciéndose una reducción en la cantidad de colágeno y de proteoglicanos. Lo anterior conduce a la atrofia tisular y aumento de la fibrosis característicos del envejecimiento corporal.

Supone un daño prematuro de la piel a causa de la radiación solar y su efecto degenerativo en las funciones cutáneas y en la vida del queratinocito. La radiación ultravioleta (UV) es la causa principal del fotoenvejecimiento.

Hasta un 50% de los radicales libres producidos en la piel se deben a la luz solar en la zona del espectro visible y ningún fototipo de piel está protegido frente al daño causado por estas radiaciones. Recientemente, se ha sugerido que la luz de dispositivos electrónicos como pantallas de ordenador, televisores y teléfonos inteligentes también puede producir efectos dañinos sobre la piel.

Los tipos de radiación solar son la radiación ultravioleta, la luz visible y la luz infrarroja, cada una con diferentes efectos sobre la piel.

La radiación ultravioleta (UV) está asociada al envejecimiento y pigmentación de la piel, penetra profundamente, produciendo especies reactivas de oxígeno (ROS) que dañan el ADN, incrementan el número de células inflamatorias de la dermis y disminuye sus antígenos. Se divide en UVA (295-400 nm), UVB (280-320 nm) y UVC (100-280 nm). La UVB es causante de las quemaduras solares y la rotura de las hebras del ADN. Está asociada con el cáncer de piel no melanoma.

La luz perceptible al ojo humano o luz visible (400 – 760 nm) produce alteraciones pigmentarias en la piel que duran unas pocas semanas. La luz infrarroja se absorbe principalmente en la epidermis y la dermis más profunda, donde se convierte en calor, el cual produce la degradación del colágeno y las fibras elásticas, lo que contribuye a la elastosis solar y flacidez de la piel.

En definitiva, fotoenvejecimiento genera cambios en la textura y pigmentación de la piel debido a las alteraciones en sus funciones de barrera, termorreguladora, inmunitaria y habilidad regenerativa.

Las terapias antienvejecimiento han evolucionado a lo largo del tiempo. Por simplicidad hacia el lector y de acuerdo a la experiencia de los autores, podemos dividir estas terapias, atendiendo a su agresividad sobre la piel, en invasivas y no invasivas, y en relación con su mecanismo fundamental, existiendo terapias físicas y químicas.

Si bien no podemos considerar de forma estricta la aplicación de cosméticos un procedimiento de la medicina estética, en el día a día del profesional de la estética, se deben aportar recomendaciones basadas en evidencia sobre estos productos, tanto para su selección como sobre su eficacia.

El uso de productos cosméticos es una práctica iniciada en edades tempranas. Estos productos tratan de incrementar la regeneración de la piel, su elasticidad y suavidad, y con ello cambiar temporalmente la condición de la piel envejecida. Hoy en día encontramos cosmética adaptada a cada tipo de piel.

Los cosméticos normalmente incluyen productos antioxidantes como vitamina C, vitamina B5, vitamina E, polifenoles y flavonoides, reguladores celulares como retinoles, péptidos y factores de crecimiento.

Con la aplicación de cosméticos incidimos de forma segmentada en la degradación de colágeno y elastina, proteínas fundamentales para brindar las características de juventud a nuestra piel.

A manera de ejemplo, la vitamina C presente en muchas de estas formulaciones actúa frente a la formación de radicales libres, interviniendo en la síntesis de colágeno por parte del fibroblasto. También se ha demostrado que posee un efecto protector frente a radiación ultravioleta, efecto que se ve potenciado con el uso de vitamina B5.

La fotoprotección forma parte de los cuidados cosméticos de la piel y es la estrategia principal para la prevención del fotoenvejecimiento. Se trata de una combinación, en mayor o menor medida, de una barrera física y el tratamiento secundario mediante el uso de antioxidantes exógenos y otros compuestos que no pueden sintetizarse en nuestro cuerpo.

Los fotoprotectores o protectores solares están basados en la utilización de sustancias que bloquean, al menos parcialmente, la llegada de las radiaciones ultravioleta a las células cutáneas. Un fotoprotector debe producir como efectos: la absorción directa de fotones, modular la inmunosupresión, inhibir la inflamación crónica, además de tener una actividad antioxidante directa e indirecta.

Ahora que ya conoces los beneficios de usar una cosmética y fotoprotección adecuada, te presentamos algunos productos cosméticos utilizados en la práctica de los profesionales de Clínica Skin Esthetic. Puedes iniciar o incluir estos productos en tu rutina de cuidado facial. Recuerda que para obtener consejos e información adicional sobre el uso de estos y otros productos cosméticos solo debes visitar la Tienda Skin Esthetic. Además, al suscribirte en nuestro Magazine obtienes hasta un 10% de descuento en los productos seleccionados. Sin más preámbulo continuamos.

Crema Facial “Natural Botox” Herbal Skin

Reduce la profundidad de las arrugas a la vez que reafirma la piel y aporta mayor elasticidad. El extracto de Acmella Oleracea aporta un Efecto Botox totalmente natural.

Obtener

Bio Sérum Facial con Triple Ácido Hialurónico

Combate los signos visibles de cronoenvejecimiento y fotoenvejecimiento. Ideal como tratamiento antiarrugas, antiedad y contorno de ojos.

Obtener

Recuerda, si te esta gustado este post, no olvides dejarnos un “Me gusta” y suscribirte a nuestra Newsletter, allí encontrarás contenido de actualidad en el mundo de la medicina estética, con artículos redactados por profesionales reales del mundo de la medicina estética.

La obesidad mediada por un alto consumo calórico conduce a la producción de niveles elevados de especies reactivas de oxígeno (ROS), lo cual acelera el envejecimiento cutáneo, produciendo un envejecimiento prematuro.

Es importante ingerir alimentos ricos en antioxidantes como verduras, aguacate, soja, frutas como la naranja y la piña, entre otros. Estos alimentos aportan cantidades no despreciables de vitamina C, vitamina E, carotenoides y oligoelementos como cobre y selenio. Antes hemos descrito los beneficios de estas sustancias en la prevención del daño oxidativo provocado por la presencia de ROS.

El tabaquismo conduce a alterar la función celular inflamatoria de forma irreversible e induce la expresión de metaloproteinasas, enzimas encargadas de la degradación de la matriz extracelular, lugar donde residen las fibras de colágeno y elásticas responsables de las características juveniles de nuestra piel. Por tanto, es importante suspender el consumo de tabaco como medida de rejuvenecimiento facial y corporal.

Este procedimiento se basa en una destrucción controlada y limitada de las capas de la piel a distinta profundidad mediante la aplicación de uno o varios agentes químicos con el objetivo de mejorar el estado de factores intrínsecos de cronoenvejecimiento o imperfecciones en la piel.

La cascada de mediadores proinflamatorios liberados durante la aplicación de estos productos químicos produce, a nivel dérmico, la estimulación de la formación de colágeno nuevo y de glicosaminoglicanos, lo cual genera una piel uniforme y tensa.

La cascada de mediadores proinflamatorios liberados durante la aplicación de estos productos químicos, produce a nivel dérmico, la estimulación de la formación de colágeno nuevo y de glicosaminoglicanos, lo cual genera una piel uniforme y tensa.

Los peelings pueden ser superficiales (ej. hidroxiácidos o HA, ácido tricloroacético o TCA al 10-30%) sin que estos actúen más allá de la capa basal en la epidermis, medios (ej. TCA 30-60%) alcanzando la dermis reticular superior, y profundos (ej. TCA 50% y fenol) penetrando en la dermis reticular inferior. La profundidad alcanzada depende del producto utilizado, de su concentración, su pH y del tiempo de exposición. La profundidad del peeling, además de determinar la agresividad del procedimiento, se traduce en unos u otros efectos sobre la piel, además de representar indicaciones específicas.

La mesoterapia hace referencia a la aplicación de sustancias bioactivas mediante múltiples inyecciones subcutáneas o intradérmicas con el fin de bioestimular la zona tratada, mejorando con ello su elasticidad, pigmentación y la presencia de arrugas.

El rejuvenecimiento facial con mesoterapia es un procedimiento médico estético controversial, ya que aún existe un vacío de conocimiento respecto de su eficacia. A pesar de ello, la mesoterapia se ha continuado utilizando para esta indicación basada en la experiencia empírica de su eficacia.

Sin ánimos de intentar validar la eficacia o no de este tratamiento, los autores han observado una mejoría subjetiva en aspectos vinculados al rejuvenecimiento facial como la pigmentación, el brillo y la elasticidad cutánea.

El ácido hialurónico (AH) es un glucosaminoglicano que tiene una función estructural, dando soporte a diferentes tejidos. Este compuesto tiene la capacidad de retener grandes cantidades de agua. Presenta una textura viscosa y se encuentra en la membrana sinovial, el humor vítreo y el tejido conjuntivo de numerosos organismos.

En humanos destaca su concentración en articulaciones, cartílagos y en la piel. A groso modo, para un humano promedio de 70 kg, encontramos unos 15 g de AH, degradándose y sintetizándose 1/3 de esta cantidad cada día. Debido a su capacidad de retener hasta mil veces su peso en agua, se emplea para hidratación cutánea, ya que reconstituye las fibras que sostienen los tejidos de la piel. En estética, su función principal es como material de relleno y bioestimulante.

El tratamiento con ácido hialurónico mejora la biosíntesis de fibroblastos, induciendo una mejora en la síntesis de colágeno, elastina y más ácido hialurónico. Este tratamiento también puede eliminar los radicales libres, subproductos dañinos para el tejido derivados del metabolismo del oxígeno, que pueden provocar inflamación crónica.

La cara es una estructura dinámica, el rejuvenecimiento facial con productos de relleno depende de las fuerzas mecánicas en la región de la cara. Las expresiones faciales transmiten emociones e indican características como la edad y la calidad de vida, por tanto, los tratamientos de rejuvenecimiento facial deben producir resultados de apariencia natural.

El tratamiento estético facial con neuromoduladores inyectables y rellenos de ácido hialurónico está bien establecido, con perfiles de seguridad favorables y resultados consistentes y eficientes.

Los eventos adversos asociados con estos productos suelen ser transitorios y de gravedad leve a moderada, siendo los eventos adversos graves, como infección y oclusión intravascular, poco frecuentes.

Los rellenos de AH mantienen su efecto entre 3 y 12 meses. Este período puede variar en relación con diversos factores como el tamaño de las partículas, la reticulación de producto y el tipo de agente reticulante utilizado. También influyen la profundidad y técnica de aplicación del producto.

El Plasma Rico en Plaquetas (PRP) hace referencia a un tipo de plasma autólogo, es decir, plasma extraído del propio paciente, en el cual la concentración de plaquetas se encuentra muy por encima del valor habitual en sangre, entre 4 y 7 veces más. Como tratamiento para rejuvenecimiento facial, el PRP ha demostrado mejorar las arrugas, la textura y el volumen facial. En la mejoría de la elasticidad cutánea, este procedimiento ha mostrado incluso mejores resultados cuando se utiliza en combinación con microneedling.

El Plasma Rico en Plaquetas (PRP) consiste en la aplicación de múltiples inyecciones de este concentrado plaquetario, con el fin de aprovechar los efectos biológicos de distintos mediadores liberados por las plaquetas. Entre estos mediadores encontramos el factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF), factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) y el factor de crecimiento similar a insulina (IGF). Todos ellos se secretan de los gránulos alfa de las plaquetas después que las últimas han sido activadas tras entrar en contacto con inductores de la agregación y activación plaquetaria encontrados en los tejidos. Los mediadores plaquetarios inducen la síntesis de colágeno y otros componentes de la matriz extracelular, estimulando la activación de fibroblastos, con el consecuente efecto rejuvenecedor.

La carboxiterapia se refiere a la administración transcutánea de dióxido de carbono (CO2) medicinal de alta pureza con fines terapéuticos. Esta administración es considerada segura. Dentro de las indicaciones terapéuticas del CO2 encontramos enfermedades vasculares, cardíacas, metabólicas y reumáticas, celulitis, heridas crónicas, adiposidades localizadas, migraña, estrías, arrugas y cicatrices inestéticas, además de laxitud cutánea.

La eficacia de este tratamiento radica en su capacidad para incrementar la cantidad de oxígeno y el flujo sanguíneo en el tejido tratado, además de incrementar la formación y el remodelado del colágeno tisular. Por tanto, la administración de CO2 resulta en el incremento del grosor de la piel y de su flujo sanguíneo. Estos efectos se traducen en una mejoría de las funciones de la piel y en un rejuvenecimiento de la misma.

La toxina botulínica tipo A producida por la bacteria Clostridium botulinum, impide la liberación del neurotransmisor acetilcolina provocando una parálisis sobre el músculo en el cual se inyecta. Su efecto es temporal, restableciéndose la función muscular por completo pasados entre 3 y 6 meses.

Aunque este abordaje no interfiere en el proceso de envejecimiento, logra una corrección en las arrugas de expresión sin que esto signifique un efecto real sobre la textura de la piel. Los efectos adversos resultado de la aplicación de toxina botulínica son leves, siendo los más comunes, dolor en el sitio de inyección, hinchazón y ptosis.

El envejecimiento cutáneo, el cual consiste tanto en fotoenvejecimiento como en envejecimiento intrínseco, está caracterizado clínicamente no solo por la presencia de arrugas, sino también por alteraciones pigmentarias, adelgazamiento cutáneo y telangiectasias. Hoy en días existen varias técnicas no ablativas para lograr el rejuvenecimiento facial, entre ellas la luz pulsada intensa (IPL), el láser de CO2 y la radiofrecuencia.

La luz pulsada intensa se basa en el uso de dispositivos que emiten luz policromática no coherente en pulsos de alta intensidad y con un espectro de longitud de onda, fluencia y duración de pulsos determinados. Estos pulsos luminosos interaccionan de forma más o menos específica con cromóforos intrínsecos como la melanina, la hemoglobina y el agua, lo cual permite un daño térmico selectivo.

Dentro de los efectos del IPL se encuentran, el incremento en la cantidad de colágeno tipo 1 y 3, la mejor disposición de las fibras de elastina, si bien con una reducción en su número, el incremento en la actividad de los fibroblastos, entre otros. La combinación de estos efectos deriva en una mejoría objetiva en la textura de la piel y en las arrugas, es decir, en un rejuvenecimiento tisular.

Los láseres generan energía luminosa en forma de un haz de fotones emitido desde el medio láser, el cual usualmente determina el nombre del láser y la longitud de onda producida por este. Existen diferentes medios láser, siendo el CO2 uno de estos. El láser de CO2 utiliza dióxido de carbono como medio y emite energía a 10,600 nm.

En lo que respecta a los láseres, la suma de la colimación (el haz es más o menos paralelo), la fase (los fotones están precisamente en paso temporal y espacial) y la monocromaticidad (los fotones son idénticos, todos de un color) determinan su coherencia, una propiedad que le confiere al rayo láser su excepcionalmente alta intensidad fotónica y permite que el haz pueda ser enfocado en puntos muy pequeños.

Las dianas biológicas principales, como la sangre, la melanina y el agua, absorben energía luminosa de forma diferente y tienen espectros de absorción óptimos dependiendo de la longitud de onda de la energía del fotón incidente. Para los láseres de luz visible y algunos láseres de espectro cercano al infrarrojo, los cromóforos principales son la hemoglobina y la melanina; la primera se encuentra en lesiones vasculares y la última en lesiones melanocíticas. En el caso del láser de C02, su único cromóforo es el agua.

El uso de láseres en medicina y cirugía, especialmente para la eliminación de cualquier tipo de pigmento, se basa en el principio de la fototermólisis selectiva, esto significa utilizar energía láser a potencias máximas altas y duración de pulsos cortos para destruir solo la lesión prevista a la vez que se inflige el menor daño al tejido circundante. Para cumplir con este principio se necesita que los cromóforos absorban energía luminosa a una longitud de onda específica, que no se encuentren en el tejido circundante y utilizar potencias máximas altas con duración de pulsos cortos.

El láser de CO2 no cumple con el principio de fototermólisis selectiva, en tanto que su cromóforo, el agua, se encuentra de forma uniforme en los tejidos blandos, no solo en la zona de tratamiento. La ventaja de esto es que este láser no es selectivo para los pigmentos, por tanto, se puede utilizar para tratar lesiones cutáneas pigmentarias y no pigmentarias.

La tecnología láser de CO2 produce ablación de toda la superficie epidérmica, estimulando la formación de colágeno dérmico, la remodelación extensa y la regeneración celular. Este procedimiento conduce a una síntesis reactiva de colágeno adicional en la dermis papilar y reticular, así como al incremento del número de fibroblastos. Sin embargo, dentro las desventajas de esta técnica encontramos, un tiempo de recuperación prolongado y efectos adversos como eritema, hiperpigmentación e hipopigmentación, infecciones y riesgo de cicatriz.

La radiofrecuencia (RF) ha surgido como un tratamiento no invasivo para rejuvenecimiento facial. Su mecanismo es el uso del calentamiento resistivo dentro de las capas de la piel y el tejido subcutáneo para transformar la radiofrecuencia en energía térmica. Esta energía induce una lesión dérmica, la cual incita la respuesta selectiva de reparación tisular y coagulación. Lo anterior resulta en la contracción y remodelado del tejido. En palabras simples, la RF produce una corriente eléctrica que genera calor a través de la resistencia en la dermis, y ello genera la contracción y mayor producción de fibras colágenas, con el consecuente efecto rejuvenecedor.

A diferencia de otras modalidades, la RF produce una corriente eléctrica, la cual resulta en daño tisular, con cambios mínimos en la melanina, lo cual le hace segura para todos los tipos de piel.

Los estudios moleculares e histopatológicos han mostrado que la RF desencadena una regulación al alza de citoquinas y factores de crecimiento, el remodelado y reorientación de las fibras de colágeno y elastina, con un incremento en el grosor de la dermis papilar. Estos cambios producen un estiramiento de la piel con efecto tensor y la reducción en cicatrices y arrugas. Finalmente, la respuesta de choque térmico inducida por RF, activa las vías de muerte celular del adipocito con la consecuente reducción de grasa.

La mayoría de los estudios han demostrado la eficacia de la RF para el tratamiento del acné, las cicatrices y las arrugas faciales. Con valoraciones objetivas se ha identificado una reducción del acné y de la apariencia de cicatrices, un efecto tensor (lifting), mejora en la elasticidad cutánea y producción de colágeno, además de cambios volumétricos en la grasa y reducción de arrugas.

Desde el siglo XVI hasta hoy, la búsqueda de un aspecto hermoso y saludable ha sido constante, con avances notables en la Medicina Estética.

El envejecimiento cutáneo está vinculado a la disminución en la producción de colágeno, cambios hormonales, factores genéticos y exposición ambiental. En el texto se discuten los factores internos como cambios hormonales y genéticos, así como los externos, por ejemplo la exposición al sol, el tabaquismo y la nutrición inadecuada, que contribuyen al envejecimiento de la piel.

Te presentamos un resumen de diversas terapias antienvejecimiento, desde el uso de cosméticos hasta tratamientos más avanzados como la carboxiterapia, peelings químicos, y métodos de biorevitalización como la mesoterapia y el plasma rico en plaquetas. Se hace hincapié en que otros métodos, como el uso de ácido hialurónico, toxina botulínica, láser de CO2 y radiofrecuencia, también son terapias antienvejecimiento efectivas.

Antes de realizar cualquier tratamiento médico estético es importante verificar su perfil de seguridad y la eficacia, destacando la necesidad de comprender los riesgos y beneficios antes de optar por un procedimiento específico.

En resumen, en este artículo te proporcionamos una visión amplia y detallada de las opciones disponibles para el rejuvenecimiento facial y corporal, desde medidas básicas de cuidado de la piel hasta tratamientos más avanzados, con un énfasis en la comprensión de los factores que contribuyen al envejecimiento cutáneo y la selección de opciones de tratamiento adecuadas.

• Instagram
• Facebook
• YouTube

La Medicina Estética llevada a cabo en centros no autorizados y por un personal carente de la formación y entrenamiento reglado es un riesgo serio para la salud de nuestros pacientes. En Skin Esthetic somos una Clínica de Medicina Estética Avanzada. Realizamos abordajes medico-estéticos con alto rigor científico, por un equipo debidamente cualificado y siempre enfocados en conservar la naturalidad que sólo tu puedes tener. Recuerda, en Skin Esthetic trabajamos para que tu única preocupación sea pensar:

¿Por qué no me lo he hecho antes..?.